jueves, 9 de febrero de 2012

LUIS DE GUINDOS EN "EL REFORMADOR": MAÑANA EN SUS PANTALLAS

De Guindos entró en el Salón tambaleándose, y pidió una botella de güisqui. Después de endosarse sendos tragos -todos guardaban silencio: los tahúres, las bailarinas y el barman se habían quedado petrificados-, miró lentamente a su alrededor, deteniéndose un instante en las pupilas que, una a una, lo esquivaron. Escupió sonoramente al suelo, y, sin abandonar la mueca de desprecio con la que los había mirado, agarró violentamente de la pechera al juez del pueblo y le dijo, de modo que todos pudieran oírlo:

     — Mañana aprobamos la reforma del mercado laboral y va a ver que será extremadamente agresiva, con mucha flexibilidad en la negociación colectiva. Además, reducimos la indemnización por despido. ¡Ja, ja, ja! —rió—: recordad que es por vuestro bien. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja, ja!

     Y abandonó el Salón caminando de espaldas, mientras apuntaba sucesivamente en distintas direcciones.

     — ¡Eh! –dijo el barman. No ha pagado la bote… —no acabó la frase—: De Guindos había atravesado la botella de un disparo, y el cristal había estallado en la cara del que hablara, que ahora sangraba copiosamente.

    — Recordadlo bien: ni yo ni nadie de la Banda pagará un euro por la fiesta hasta que hayáis pagado el rescate.

     — Pero, ¿de qué rescate está hablando? —dijo un joven, que a continuación, bajó la mirada y resbaló en el asiento hasta ser cubierto por la sombra.

     — Vosotros pagad, si no queréis ser secuestrados —dijo De Guindos, haciendo girar el revólver en su mano antes de enfundarlo en el cinturón, mientras atravesaba la puerta del salón, cuyos batientes aleteaban aún instantes después de que hubiera marchado. Los parroquianos escucharon un relincho, y el sonido de los cascos del caballo alejándose…




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LUIS DE GUINDOS EN "EL REFORMADOR": MAÑANA EN SUS PANTALLAS por José Icaria se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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