jueves, 12 de julio de 2012

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NO HAY OTRA...



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Eduardo GarzónSaque de esquina
Desde los altos círculos de poder, y especialmente a través de los medios de comunicación, se intenta expandir sutilmente la idea de que todos hemos tenido responsabilidad en la gestación y desarrollo de la crisis económica española cuyos efectos impiden hoy día que la actividad económica se recupere. Se nos dice que “todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, con la intención de generar un sentimiento de culpabilidad que nos predisponga a aceptar los sacrificios que se nos imponen. Según esta visión, puesto que todos hemos cometido excesos, todos debemos pagar ahora un precio por ello. Este mensaje ha tenido un notable éxito en la sociedad española, teniendo como resultado que muchas personas acepten sin rechistar el recorte de derechos sociales y laborales, limitando así el grosor poblacional que se rebela y protesta frente a este tipo de medidas.
El triunfo de este mensaje contrasta con el respaldo argumentativo que le subyace. Y no es para menos: la evidencia empírica y los datos estadísticos no apoyan en absoluto el contenido de esta idea; sino que precisamente lo contradicen. Un simple vistazo a ciertos indicadores económicos de nuestra economía nos revelará una realidad muy diferente a la que nos intentan reflejar: no todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino que son las grandes empresas y los hogares más ricos los sectores que lo han hecho. Demostrarlo es bastante sencillo y es lo que se abordará en este post y en el siguiente.
Uno de los mayores problemas de la economía española es su sobreendeudamiento, ya que impide que los agentes endeudados puedan contribuir positivamente a la recuperación de la actividad económica (cualquier ingreso que reciban será destinado principalmente a reducir su deuda y no a invertir o consumir, y así será hasta que deje de suponer una carga importante). Según los últimos datos del Banco de España, la cantidad de deuda total de la economía española (la suma de valores distintos de acciones y el saldo vivo de préstamos) alcanzaba a finales de 2011 los 4,3 billones de euros (un 402% del PIB). De esta cantidad total, la deuda de las administraciones públicas suponía el 77% del PIB, mientras que el resto (325% del PIB) correspondía a la deuda privada (de familias y empresas). Esto significa que del total de la deuda española, sólo el 19,1% es deuda atribuida a las arcas públicas y el 80,9% es deuda contraída por las familias y las empresas.

Aquí ya tenemos un dato curioso: la mayor parte del problema del sobreendeudamiento español corresponde al sector privado, y no al público. Esto contrasta con la idea que se transmite a través los grandes medios de comunicación donde los debates se centran en torno a la deuda alcanzada por las administraciones públicas, y nunca (o muy pocas veces) en la privada. La deuda pública en teoría puede relacionarse con un exceso de todos los ciudadanos, ya que se puede entender que el Estado se endeuda para mejorar las condiciones de vida de la población. No obstante, no podemos olvidar un factor muy importante: la deuda pública se ha mantenido constante a lo largo de mucho tiempo e incluso comenzó a descender a partir de 2004. Su aumento a partir de 2007 se debe a los rescates bancarios, y a la pérdida de recaudación derivada de la recesión económica. El endeudamiento público, además de presentar un porcentaje pequeño sobre el total de la deuda, no aumentó durante el boom inmobiliario. Por todo ello, no tiene sentido atribuirle a las administraciones públicas responsabilidad alguna en este reciente sobreendeudamiento de la economía española.
Dejemos a un lado, entonces, la deuda pública y centrémonos en la privada (formada por la deuda de los hogares y la de las empresas). La deuda de las familias representaba el 83% del PIB, mientras que la deuda empresarial alcanzaba el 243% del PIB. Esto supone que, una vez considerada en solitario la deuda privada, solo el 25,5% pertenece a los hogares, mientras que el restante 74,5% es de las empresas.

Esto quiere decir que la mayor parte del problema de la deuda privada es atribuible a las empresas españolas. Las empresas se han endeudado en cantidades muy superiores a las realizadas por las familias españolas.
El análisis de la deuda de las familias –que nos revelará que dentro de este sobreendeudamiento han destacado las familias más ricas– será llevado a cabo en el siguiente post. Ahora nos centraremos en la deuda empresarial.
Si estudiamos el endeudamiento de las empresas atendiendo al tamaño de las mismas descubriremos un dato muy llamativo: el 95% de toda la deuda empresarial española corresponde a las grandes empresas (más de 250 empleados).

Es decir, casi la totalidad de la deuda contraída por las empresas españolas es atribuible exclusivamente a las grandes empresas. Las empresas no financieras invirtieron masivamente (y utilizando especialmente técnicas de apalancamiento –esto es, recurriendo a endeudarse) alrededor de dos conceptos: la vivienda y la diversificación internacional. Las empresas financieras asumieron enormes riesgos también a través de operaciones que eran mucho más rentables cuánto más recurrieran al endeudamiento. Es obvio que este tipo de actividades están más fácilmente al alcance de las grandes empresas, que cuentan con más y mayores recursos y medios que empresas más pequeñas. Para un mayor análisis de las inversiones de las grandes empresas leer este artículo de Juan Laborda: “Sí, en España la élites vivieron por encima de sus posibilidades”.
Ahora bien, si queremos saber cuántas grandes empresas existen en España puede que nos llevemos otra sorpresa. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, solamente 4997 empresas de las 3.250.576 empresas que hay tienen más de 200 empleados (INE no clasifica por 250 empleados, como hace el Banco de España). Es decir, solo el 0,153% de todas las empresas españolas tiene más de 200 empleados. Deducimos por lo tanto que el 95% de toda la deuda empresarial española pertenece a menos del 0,153% de las empresas españolas. Son solo unas poquísimas empresas las que se han excedido e hinchado el sobreendeudamiento empresarial español.
La constatación de esta concentración de las deudas en tan pocas grandes empresas es totalmente contraria al mensaje extendido de que “todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Una vez recurrido a los indicadores económicos oficiales no queda más remedio que dar por falsa esta idea. Los datos demuestran que una parte muy importante del problemático sobreendeudamiento de la economía española es atribuible únicamente a las grandes empresas españolas. Por lo tanto, podemos y debemos decir valientemente y sin miedo que han sido principalmente las grandes empresas las que se han endeudado en cantidades astronómicas y las que han vivido por encima de sus posibilidades.
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

http://www.attac.es/2012/08/02/las-grandes-empresas-espanolas-han-vivido-por-encima-de-sus-posibilidades/

El vicepresidente de la ONU, Jean Ziegler, recomienda a España no pagar la deuda a la que califica de odiosa e ilegítima

El vicepresidente del Consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU, Jean Ziegler, ha querido realizar su propio análisis del actual momento histórico al que se ha referido como “vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”.
El que fuera relator especial de la ONU para el Derecho de la Alimentación durante ocho años se atrevió a dar la solución  que no es otra que “ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”. Además de esto ha aprovechado el momento para lanzar una crítica a las políticas económicas de austeridad a las que ha calificado de “absurdas y destructoras” y se muestra a favor de políticas centradas en el crecimiento. Jean Ziegler señala como protagonistas de estas políticas a François Hollande y Barack Obama ya que según él “ambos deben formar una alianza por el crecimiento basada en la inversión pública, el incremento del salario mínimos, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno empleo y la lucha contra la desindustrialización”.
Pero no solo esto sería suficiente según indica Ziegler ya que asegura que estas políticas no son la solución final si no que tienen que ir acompañadas de un despertar de la sociedad civil y sobre todo del impago de la deuda, a lo que ha hecho una mención a nuestro país indicando que “los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.
El Vicepresidente del Consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU ha querido recomendar a los españoles que objeten en la declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública. Ziegler se muestra convencido de que “todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán acabar con las deudas injustas”.

http://www.todobierzo.com/el-vicepresidente-de-la-onu-jean-ziegler-recomienda-a-espana-no-pagar-la-deuda-a-la-que-califica-de-odiosa-e-ilegitima/


polvodeestrellas.periodismohumano.com
02.07.2012
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Los recortes sociales en nuestro país están generando mucho sufrimento humano.
El objetivo de este artículo es explorar algunas preguntas relacionadas con nuestra situación económica: ¿porqué España tiene deudas? ¿A quién debemos el dinero? ¿Cuándo una deuda es ilegítima? ¿Qué pasaría si España se negase a pagarla?
¿Por qué un país tiene “deudas”?
Un país financia sus servicios públicos con el dinero que recauda por impuestos. Pero si el país gasta más de lo recauda, el gobierno busca dinero en los mercados financieros.
Emitir deuda es pedir un préstamo que será devuelto con ciertos intereses en un plazo determinado. El gobierno organiza una subasta y adjudica su deuda al inversor que ofrece el dinero al interés más bajo.
¿Qué tasa de interés le piden a España para prestarle dinero?
En estos momentos, los inversores piden, para el bono a 10 años, un interés del 6.41% a España y un 1.20% a Alemania.
La diferencia entre lo que paga España y lo que paga Alemania es la famosa “prima de riesgo”. En este caso, 641-120 = 521.
¿Quién presta dinero a España?
Dos tercios de la deuda española está en manos de inversores españoles y un tercio en manos de inversores extranjeros.
Una comparación para que os hagáis una idea: el 38% de la deuda francesa la poseen inversores franceses. Sin embargo, más del 65% de la deuda española la poseen inversores españoles.
En los últimos meses, se ha producido una tremenda huída de inversores extranjeros: ahora mismo, nuestra deuda pública sólo la compran inversores españoles.
¿Quiénes son esos inversores? ¿Quiénes son “los mercados”?
Fundamentalmente, son bancos y fondos de pensiones.
En el siguiente punto hablaremos de los bancos, permitdme hablar ahora de los fondos de pensiones. Seguramente sabéis que la Seguridad Social tiene una “hucha” para pagar las pensiones futuras. Como la población española está envejeciendo, en el futuro habrá más pesionistas y menos cotizantes. Por eso, hace años, se creó el “Fondo de Reserva” de la Seguridad Social. Pues bien, el 90% del dinero de ese Fondo de Reserva está invertido en deuda del Estado.
¿Y los bancos, de dónde sacan el dinero para comprar deuda española?
De los depósitos de sus clientes. Un banco se dedica, básicamente, a recoger depósitos y conceder créditos. La mayor parte de los dépositos no están en la caja fuerte del banco, sino que han sido prestados a alguien (en forma de hipotécas, créditos a empresas, compra de la deuda de algún país, etc.).
Lo paradójico de la situación española es que los bancos compran deuda al Estado y, a su vez, el Estado “rescata” a los bancos. Ahora mismo, el sistema financiero español y el gobierno son como dos borrachos que sólo se mantienen en pie apoyándose el uno contra el otro.
Además, hay otro aspecto sangrante: los bancos españoles han obtenido préstamos por valor de 1 billón de euros del Banco Central Europeo al 1%. ¡Y luego se lo prestan al Estado al 6%!
¿Cuánto paga España cada año por los intereses de su deuda?
En 2012, se calcula que España pagará 29.000 millones sólo en intereses de su deuda.
Para que os hagáis una idea de lo significa este número: España pagará en intereses diez veces más que los recortes en Sanidad y Educación.
¿Un país puede negarse a pagar su deuda?
Sí. De hecho, casi todos los países del mundo han dejado de pagar la deuda alguna vez en su historia. (Los periódicos suelen usar el termino inglés “default” cuando se refieren al impago de la deuda nacional).
Además del default, hay otra solución intermedia: negociar con los inversores que la cantidad a devolver sea menor de la acordada o en un plazo más largo.
En 1557, España fue la segunda nación en la historia que suspendió el pago de su deuda. Al llegar al trono, Felipe II se dió cuenta de que los metales preciosos de América no eran suficientes para pagar los intereses de la deuda contraída por su padre con los banqueros holandeses. El mismo rey volvió a declarar bancarrota en 1577 y 1597. En total, nuestro país ha dejado de pagar su deuda en 14 ocasiones.
La última vez que España declaró un default fue en 1939, cuando al terminar de la Guerra Civil, Franco se negó a pagar la deuda contraída por el gobierno de la República.
En Europa, todos los países se han declarado en default alguna vez: Francia en 9 ocasiones, Rusia 7 veces y el Reino Unido en 5 ocasiones.
¿En qué circunstancias los países pueden negarse a pagar su deuda?
Básicamente hay dos situaciones diferentes:
1) Me niego a pagar la deuda por “razones técnicas”: sencillamente porque no tengo dinero.
2) Me niego a pagar la deuda por “razones morales”: considero que la deuda es ilegítima.
¿Cuándo una deuda es “moralmente ilegítima”?
En esta discusión existen muchos puntos de vista diferentes. Pero, en mi opinión hay casos evidentes de deudas ilegítimas. Por ejemplo, si cae una dictadura, ¿porqué los ciudadanos de ese país tienen que pagar la deuda adquirida por el tirano? Lo mismo puede decirse de países africanos que han sido expoliados por Occidente.
Quizás la mejor definición de “deuda ilegítima” es la propuesta por el economista Jeff King: “son ilegítimas aquellas deudas contraídas contra los intereses de la población de un país y con el completo conocimiento de su acreedor”.
En este artículo de Wikipedia podéis leer una larga discusión sobre la deuda ilegítima.
¿Cuáles son las ventajas de negarse a pagar la deuda?
El dinero que te ibas a gastar en pagar la deuda, lo puedes dedicar a educación, sanidad, pensiones, etc.
¿Y cuáles son los inconvenientes?
Evidentemente, también hay incovenientes en negarse a pagar la deuda:
A partir de ese momento, el Estado no puede gastar más de lo que recauda porque nadie le presta dinero.
En el caso de España, descontando todo pago por la deuda, seguiría existiendo un déficit de unos 50.000 millones (que habría que compensar recortando gastos o subiendo impuestos). Tendrán que pasar algunos años hasta que alguien vuelva a confiar en prestarte dinero, pero la Historia nos enseña que todos los países europeos que se han declarado en default han vuelto a acceder a los mercados de deuda poco tiempo después.
Además, como hemos visto antes, nuestros principales acreedores son bancos y fondos de pensiones españoles, que colapsarían inmediatamente. Por eso es más sencillo declarse en default cuando la mayoría de tus acreedores son extranjeros.
Espero que esta entrada os haya resultado interesante. No dudéis en añadir vuestras críticas y opiniones en la sección de comentarios.






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