jueves, 22 de mayo de 2014

Concert Solidari Stop Desahucios a Sant Vicenç dels Horts


Informació

Tots el dilluns a les 11:00 h. a la Sala de Lectura Narcís Lunes (C/Jacint Verdaguer, 146)
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Seis familias sin ingresos ocupan pisos vacíos de Caixa Penedès en Sant Vicenç dels Horts [CAT]

Es la primera acción de este tipo que se lleva a cabo al municipio, que tiene como alcalde Oriol Junqueras. Al también presidente de ERC le reclaman que “se ponga al frente de la problemática social pueblo”.

Paco, Sara, Javi o Arantxa son los nombres de algunas de los responsables que un bloque de pisos vacío de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat) empiece, finalmente, a llenarse de vida. Han pasado más de tres años desde que la empresa promotora del proyecto, Satisa Inmuebles SL, terminó el edificio, pero ninguno de las seis viviendas que hay se han llegado a vender nunca. Proyectado el 2007, cuando la burbuja inmobiliaria ya empezaba un imparable declive que la traería al monumental estallido que todavía se arrastra hoy en día, representa un caso paradigmático de la quiebra de un determinado modelo económico. La imposibilidad de colocar los pisos acabó provocando el embargo de la compañía promotora, de forma que el bloque pasó a manos de una entidad financiera, en concreto Ibercaja. Posteriormente, habría otro cambio de propiedad, en beneficio de Caixa Penedès, el actual titular del inmueble.

Desde el 2009 nadie había vivido en el edificio, ubicado en la calle Barcelona del barrio de Can Ros del municipio, que progresivamente se ha ido deteriorando, debido a la falta de mantenimiento. La situación empezó a cambiar el 28 de diciembre, cuando seis familias decidieron ocuparlo para ejercer su derecho a una vivienda digna, ante la imposibilidad de afrontar un alquiler a precio de mercado y la carencia de alternativas que, según aseguran, los había ofrecido la administración local. De hecho, es la primera de acción de este tipo que se lleva a cabo en Sant Vicenç. Desde el salón del que ahora es su piso –que transmite todavía sensación de provisionalidad y dónde sólo encontramos lo más imprescindible–, Paco Reyes explica que decidieron “optar por la opción de la ocupación para no vernos abocados en la calle”. Los seis pisos han sido habitados por personas que no cuentan con ningún tipo de ingreso, pero todas las testigos entrevistadas coinciden a subrayar que estarían dispuestas a pagar un “alquiler social” que se adapte a su situación.

Desobedeciendo el miedo
Javi y Paco superan los 45 años y ambos acumulan más de tres años parados, después de décadas trabajando en la construcción. El primero relata a la Directa que ya lo habían amenazado de desahuciarlo de su anterior piso, donde pagaba 500 euros de alquiler y donde acumulaba algunos meses de retraso a raíz de su carencia de ingresos. “Nunca ocuparía la vivienda de un particular”, añade para recalcar que el inmueble pertenece a una entidad financiera que, además, ha recibido unas ingentes ayudas públicas. “No quiero quedarme en la calle y tengo claro que a mí ahora ya no me mueve nadie”, sentencia. Paco Reyes, por su parte, recuerda que ya lo echaron hace cuatro años del piso de alquiler donde vivía con sus dos hijos para no poder pagar, hecho que lo obligó a instalarse durante este tiempo a casa de su madre, “que sólo cobra una pensión de 600 euros”.

La negativa de sus padres a aceptar su homosexualidad hizo que Sara, de 20 años, se quedara hace un par de meses sin hogar. Después de algunas semanas con su hermana, decidió sumarse a la ocupación de los pisos vacíos. “Hace un año y medio que no tengo trabajo, después de trabajar unos meses como auxiliar en un geriátrico”, expone para recalcar que el hecho de estar empadronada con sus padres, con quienes no tiene contacto, le imposibilita recibir ayudas económicas de la administración. A su lado, está Arantxa, que vive en otro de los pisos con su hija de dos años. Hasta hace unos meses compartía un piso de alquiler con el padre de la niña, pero ahora ya no viven juntos y ha visto la ocupación “como la única opción” para darle un techo digno a la pequeña. “Primero tenía miedo, pero ahora me siento acompañada por todos los que estamos al bloque y que sufrimos situaciones similares”, remata. Sara, a su vez, subraya que “reivindicamos que nadie se quede en la calle cuando hay pisos vacíos”.

Llamamiento a Oriol Junqueras

De momento, la administración local, gobernada por una coalición entre Junts per Sant Vicenç (plataforma en la que está ERC), CiU E ICV-EUiA, no se ha puesto en contacto con ninguna de las personas que ocupan el bloque, según afirma Paco Reyes. “En el Ayuntamiento le exigimos que reconozca las personas que ocupan una vivienda porque están en situación de necesidad, de forma que se puedan empadronar y tener garantizados los servicios básicos”, declara. Y es que, de momento, el inmueble no cuenta ni con agua corriente ni con gas. Reyes también hace un llamamiento al alcalde del pueblo –y también presidente de ERC–, Oriol Junqueras, para que “se ponga al frente de la problemática social que tiene a Sant Vicenç y sea el portavoz de estas personas al Parlament”. El municipio, de unos 28.000 habitantes, no cuenta con ningún PAH y hasta ahora sólo la Asamblea de Indignados y el Comité de Apoyo a la CUP han mostrado la solidaridad con las personas que han ocupado el bloque de pisos. “Somos víctimas de un sistema que nos excluye”, expone Javi, mientras que Paco Reyes sentencia que “sufrimos una guerra económica” y hace falta que “la vivienda esté garantizada para quien lo necesite”. Nada que no recoja la Constitución española, que por estas cosas parece que no es tan sagrada. 
 
 

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